La música continuó en el escenario Sessions con “Masquerade” by Claptone. La fiesta más top del momento transformó el festival en un carnaval de techno, house y deep house.
Vítores y aplausos fueron muestra de la cariñosa bienvenida que ayer le otorgó el público de Starlite Occident a Plácido Domingo, quien anoche actuó por cuarta vez en el Auditorio tras sus intervenciones en 2015, 2021 y 2022. A sus 83 años, el veterano tenor y barítono, uno de los descubridores de la magnífica acústica de la Cantera de Nagüeles -allá por la década de los ochenta y mucho antes de que fuese el marco del festival-, dejó manifiesto el perfecto estado de forma de su gran voz, así como el magistral dominio de la escena que desde sus inicios profesa. La leyenda de la ópera, dentro de su ecléctica propuesta musical para la actuación en Marbella, escogió emocionar con su “Noche Española”. Una cita en la que combinó la interpretación de una antología de piezas de Zarzuela -género lírico que mezcla escenas habladas con canciones-, con populares arias, también creadas en España.
“Estoy feliz de estar aquí nuevamente, en esta ocasión celebrando la Zarzuela, la música de mis padres. Espero que disfrutéis muchísimo”, declaraba el tenor. Considerado uno de los más grandes tenores del mundo, siempre ha expresado un profundo amor por la zarzuela, un género musical que lleva en la sangre. Sus padres, Plácido Domingo Ferrer y Pepita Embil, fueron destacados artistas de zarzuela y, desde su infancia, Plácido vivió rodeado de este arte, viéndolo no solo como una forma de entretenimiento, sino como un legado familiar. Su padre, un barítono de renombre, y su madre, una reconocida soprano, le inculcaron el valor de la zarzuela como una expresión cultural española rica en historia y emociones. Para Plácido, cada representación de zarzuela es un homenaje a sus padres y a la herencia cultural que le dejaron, una conexión profunda con sus raíces y una manera de mantener vivo el legado que ellos le transmitieron.
El maestro, que a lo largo de sus más de cinco décadas de trayectoria ha alcanzado gran popularidad tanto en solitario como siendo miembro del trío artístico “Los Tres Tenores”, junto a Luciano Pavarotti y José Carreras, ofreció un soberbio recital donde la alegría y la pasión que caracterizan a las obras de teatro lírico, emocionaron a los presentes. Y es que, el cantante y director de orquesta madrileño, además de un estandarte de la ópera y sus subgéneros, es un acérrimo defensor de la Zarzuela, género del cual se ha hecho embajador mundial, siendo el primero en introducirlo en entornos de prestigio como La Scala de Milán o los teatros operísticos de Los Ángeles, Viena o Washington.
Acompañado por la soprano Serena Sáenz, fragmentos de “La boda de Luis Alonso” (1987), sainete lírico con música de Gerónimo Giménez; “La del soto del Parral” (1927), con libreto de Luis Fernando Sevilla y Anselmo Carreño, que muestra una mirada cariñosa, cómica y levemente crítica del mundo rural; “Los Gavilanes” (1923), con música de Jacinto Guerrero; “Luisa Fernanda” (1932), una de las zarzuelas más populares de todos los tiempos, con partitura de Moreno Torroba y de corte cosmopolita; “El Sombrero de Tres Picos” de Manuel de Falla; o “Doña Francisquita”, entre otras, hicieron de la velada una auténtica celebración de la cultura y la música de nuestro país.
También interpretó y se emocionó con «Luche la fe por el triunfo», una obra que tiene una profunda conexión con la vida y el legado de su madre. Este tema es parte de la zarzuela Luisa Fernanda, una de las obras más destacadas de Federico Moreno Torroba, en la que Pepita Embil tuvo un papel relevante durante su carrera artística. Plácido Domingo ha expresado en diversas ocasiones que cantar zarzuelas, especialmente aquellas en las que su madre había brillado, era una forma de mantener viva su memoria y legado.
Disfrutando del concierto, rostros como el actor argentino Óscar Martínez junto a Marina Borenzstein, Begoña Trapote, Monika Bacardi e Ivonne Armant, nieta de Plácido Domingo.
Tras el concierto, la música continuó en el escenario Sessions con “Masquerade” by Claptone, una de las fiestas más top del momento. Creada en 2016 y tras su paso por todo el mundo, esta propuesta del DJ y productor de origen alemán Claptone, uno de los artistas más destacados de la escena house internacional, se inspira en los bailes de máscaras tradicionales del carnaval veneciano. La sesión estuvo marcada por la espontaneidad, el hedonismo, la fantasía y el misterio. Este último sentimiento, llevado al extremo por su enigmático DJ, quien lidera los irresistibles y cuidados sonidos techno, house, y deep house que agitan la pista, ocultando su identidad tras una máscara. El público de Starlite Occident concluyó la noche sumido en lo que fue la magia de un carnaval sin límites.