El 11 de julio de 2018, en el arranque de la VII edición de Starlite Occident, la noche comenzaba por todo lo alto.

Era la última vez que el cantante Luis Miguel actuaba en el festival boutique, colgando el cartel de sold out. Tras seis años sin tocar en nuestro país, de los 10 conciertos programados en España de su ansiado “Luis Miguel Tour 2024”, el cantante elegía de nuevo Starlite Occident, en esta ocasión para celebrar sus últimos conciertos en nuestro país: tres citas únicas, las más cercanas e íntimas de su gira mundial. Se trataba del evento del año y el público en Marbella esperaba ansioso la salida al Auditorio de “El Sol de México”. 
 


Luis Miguel ha batido récords de asistencia en cada una de sus giras mundiales. Su vuelta a España ha recibido una acogida digna de su leyenda después de años de ausencia. Luis Miguel Tour 2024 es ya un hito que ha vuelto a demostrar la vigencia de un artista capaz de trascender a lo largo de las décadas a cualquier generación gracias a un talento fuera de lo común.
 
La de anoche, la primera de esas tres actuaciones del artista latino más grande de la historia ha supuesto un broche de oro a la nutrida y versátil programación del Festival boutique en el mes de julio, y las dos siguientes -los días 2 y 3 de agosto- sin duda, serán un magnífico preámbulo para lo que queda por venir.
 

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Bajo las estrellas de una cantera rodeada de naturaleza, con el escenario fijo más grande de España, la mejor acústica natural, y la más avanzada configuración sonora del planeta Starlite Occident es una experiencia musical en vivo incomparable con nada conocido hasta el momento.

Con una producción espectacular y un guion musical impecable, Luis Miguel salió al escenario dispuesto a enamorar a su público incondicional. Acompañado de más de 20 músicos y tres flamantes coristas, el artista, cercano y cómplice desde el primer instante, inició su show con el inolvidable “Será que no me amas” (1990). Una adaptación del ‘Blame it on the boggie’ de los Jacksons Five, que convirtió al Auditorio en una acalorada pista de baile. Un hit que supuso el pistoletazo de salida de lo que fue un repertorio escogido al milímetro y que satisfizo con creces a las múltiples generaciones que ayer veneraban al icónico cantante. 

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De porte extremadamente elegante -traje negro y camisa blanca-, con su magnífico espectáculo, Luis Miguel constató ante el público en Marbella por qué se sitúa entre los artistas latinos más taquilleros de todos los tiempos. Con otro cover mítico, el “Amor, amor, amor” (2001) de Bing Crosby, el artista dio paso a: “Suave” (1993), “Culpable o no” (1998), “Te necesito” (2003), “Hasta que me olvides” (1993) o “Dame” (1996), clásicos universales que interpretó con voz impecable y talante seductor. Actitud a la que se sumó la de eterno romántico cuando entonó dos míticos medleys. El primero, con “Por debajo de la mesa” y “No sé tú”, en honor al compositor Armando Manzanero, y el segundo, con estrofas de “Como yo te amé”, “Solamente una vez”, “Somos novios”, “Todo y nada” y “Nosotros”, un sentido homenaje al género del bolero que tanto le ha dado.  
 
Su innato talante de seductor se mantuvo en la puesta en escena de otras de las muchas legendarias canciones que el mexicano interpretó anoche. Y es que el “Sol” sigue cantando como nadie esas baladas, esos imperecederos temas de pop latino y esos sensuales boleros, que le han llevado a permanecer en la cúspide a lo largo de sus más de 40 años de trayectoria.
 
Por supuesto, en el esperadísimo regreso de Luis Miguel, “La Bikina”, “La incondicional” (1988), “La chica del bikini azul” (1984), “Palabra de Honor” (1984) o “Isabel”(1984), no podían faltar. Éxitos coreados al unísono en un concierto ya mítico que cerró con “Cuando calienta el sol”. Versión que cantó por primera vez en 1987 y que, desde aquel momento, resulta imprescindible en una fiesta de verano como la que se vivió ayer en Starlite Occident. 

Fueron muchos los rostros conocidos que anoche apoyaron al mexicano en este concierto tan especial. En primera fila, que prácticamente podían tocar al artista, se encontraban Paloma Cuevas rodeada de amigos como Susanna Griso, Valeria Mazza, Paula Echevarría, Miguel Torres, Andrés Roca Rey, José Luis López ‘El Turronero’ y Poty Castillo. 
 
También destacados artistas como Vanesa Martín, Miguel Poveda, la Mari de Chambao, Kiki Morente, Sofía Ellar y Juan Magán, o el mago Jorge Blass, quienes hanformado parte del cartel de Starlite Occident en otras ocasiones, y que eligen el festival boutique para disfrutar de sus talentos favoritos. Vieron el concierto desde el palco presidencial, junto a la pareja de empresarios y fundadores del festival , Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer. 
 
No fueron los únicos. Los comunicadores Pepe Navarro, Vicente Vallés, Ángeles Blanco y Agustín Bravo; la actriz Elena Rivera; Susana Saborido, María Eugenia Fernández Rousse (Las Trillizas de Oro), y Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, entre otros, tampoco quisieron perderse esta cita única bajo las estrellas.

La emoción de tan intensa noche de verano continuó con Juan Magán en el escenario Sessions. DJ residente de esta edición del Festival, se encargó de hacer bailar al público hasta el amanecer. En su sexta visita de la edición, el nominado en varias ocasiones a los Grammy Latinos, consciente de lo que necesita un after party al nivel de las estrellas, ofreció una espléndida selección de hits de electro latino con la que hizo perdurar el delirio de un público eufórico. 
 
El próximo viernes 2 y el sábado 3 de agosto, Luis Miguel se reencontrará de nuevo con su público en Marbella para ofrecer los últimos conciertos de su gira en España. Citas ineludibles para los fans de ‘El Sol de México’, que podrán disfrutar de un espectáculo exclusivo e íntimo, y ser testigos del talento de este gran artista en el mágico enclave natural del festival boutique.

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